BARRANCO DE SAMPAIO:
http://youtu.be/kYYbIxbOE-U
En este block, no suelo incluir actividades que no estén relacionadas con la escalada, casi siempre con alguna apertura, aunque ya metí algún barranco interesante, pero en esta ocasión quiero añadir también esta actividad, el barranco de Sampaio tiene algo especial para mi, fue el primer descenso que conseguimos descender y equipar cerca de mi casa, hasta aquel momento no pensaba que pudiera haber nada tan especial para practicar deportes de aventura que no fueran deportes de mar, pero estaba muy equivocado, muy equivocado, a partir de entonces empezamos a recorrer nuestra geografía descubriendo muchas cosas interesantes que enseñar, pero son los descensos de barrancos la estrella especial.
Fue en el otoño de 2.001, aquel lejano día Rubén y yo no
esperábamos hacer ni encontrar nada de especial en este insignificante arroyo, lleno
de zarzas y arboles cruzados que no hacían más que entorpecer la progresión, pero
al poco de entrar, aquel arroyo se va convirtiendo en un riachuelo y empezamos
a darnos cuenta que tenía muy buena pinta, aunque no imaginábamos lo que nos
esperaba más adelante. El barranco de Sampaio fue el primer descenso que
descubrimos y descendimos en este apartado e impresionante rincón del rio
Tines, (Concello de Outes).
Después de unos fáciles destrepes en los que vamos perdiendo
altura y el agua ganando en velocidad, el ensordecedor ruido solo era el
preludio de lo que nos esperaba y nos va devolviendo poco a poco a la realidad,
ya lo creo que nos sorprendió, lo que teníamos delante de nuestros asombrados
ojos era espectacular.
Sin apenas material, con solo una cuerda de 25 m., por lo que
pudiera pasar, no esperábamos descensos mayores, nos vemos en la obligación de hacer
un arriesgado escape dejando una espectacular cascada en desplome a nuestra
izda., “La cola de caballo”, así lo bautizamos, porque se parece mucho visto
desde abajo, alucinábamos con este lugar y la pregunta era la siguiente, “Como
era posible que este descenso aun estuviera virgen”.
Por suerte conseguimos escapar por el monte, pero había que
regresar a recuperar la cuerda y completar el descenso y por supuesto la
cascada, pensando que esto acababa allí, comprendemos unos metros más abajo que
este lugar era un autentico tesoro para nosotros, por la izquierda, bajan las
cascadas del Ribeiriños y poco más abajo observamos atónitos 3 barrancos mas, aquello
un diamante sin tallar y fuimos nosotros quien lo descubrimos, tener esto tan
cerca de casa era un regalo de los dioses.
Por aquel entonces, Rubén y yo estamos escribiendo un libro de
aventuras en Galicia, “40 AVENTURAS AL FINAL DEL CAMINO”, este barranco y
alguno de los que descubrimos aquel día, fueron parte importante de nuestro
libro. Con el tiempo conseguimos hacer algunos más, pero este descenso de
Sampaio, siempre será nuestro favorito, fue el primero.
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