NEVADO VERONICA:
Después de tener que dar la vuelta en el Nevado Pumasillo, algo que toco bastante la moral del grupo, no podía esperar el mismo final durante la escalada al Nevado Verónica, en principio parecía ser el monte propicio para al menos regresar con una gran montaña en el bolsillo, era un buen monte y en principio parecía ser mucho más fácil y era mucho más fácil, con cerca de 6.000 m., sería la guinda a una expedición llena de contratiempos desde el principio, menos mal que los vuelos fueron bien, algo inusual en mis últimas salidas.
Pero después de un gran comienzo, por el que ascendimos por zonas diferentes a la ruta original, no parecía tener buena pinta el ascenso por donde indicaba la reseña y la visión de la pared daba muy mala espina, era mixto y parecía bastante difícil y peligroso por los serack que había por encima del muro, la decisión de ascender por el lado contrario, también ocasiono algún pequeño enfrentamiento entre nosotros.
En parte era lógico, no fuimos con la intención ni tratamos de abrir ninguna variante, “ya me gustaría”, pero el sentido común se impuso con la claridad del día, avanzamos sin obstáculos haciendo diagonales por unas viras muy evidentes y fáciles, 60º/70ª de inclinación máxima hasta una travesía en roca que tuvimos que proteger, M3, sencillo, de nuevo por rampas asequibles y sin el peligro de los serack, alcanzamos fácilmente el collado, fue una variante larga pero más segura.
Parecía que ya teníamos la cumbre al alcance de la mano y así habría sido, pero equivocamos la ruta en el peor lugar de la montaña, un gran circo casi plano y que parecía ser de lo más lógico que la ruta continuase por este lugar, pero no fue así, de entrada encontramos nieve profunda que nos agotaba a cada paso y finalmente de nuevo las grietas y serack que nos impiden el paso, ni siquiera afrontar la rimaya final de frente nos habría servido, la nieve súper blanda imposibilitaba la escalada.
Pudimos desandar, descender unos 100 m., y reanudar el ascenso por el sitio bueno, pero ya no había tiempo estamos cansados y aun había que descender durante unas cuantas horas hasta el Abra Málaga, un collado a 4.300 m., que es el paso natural de una carretera impresionante.
Fue una incursión con buen tiempo a una bonita y piramidal montaña, pero aunque lo ascendiéramos no habría llenado nuestro maltrecho orgullo por la retirada a pocos metros de la cumbre en el Nevado Pumasillo.
Parecía que ya teníamos la cumbre al alcance de la mano y así habría sido, pero equivocamos la ruta en el peor lugar de la montaña, un gran circo casi plano y que parecía ser de lo más lógico que la ruta continuase por este lugar, pero no fue así, de entrada encontramos nieve profunda que nos agotaba a cada paso y finalmente de nuevo las grietas y serack que nos impiden el paso, ni siquiera afrontar la rimaya final de frente nos habría servido, la nieve súper blanda imposibilitaba la escalada.
Pudimos desandar, descender unos 100 m., y reanudar el ascenso por el sitio bueno, pero ya no había tiempo estamos cansados y aun había que descender durante unas cuantas horas hasta el Abra Málaga, un collado a 4.300 m., que es el paso natural de una carretera impresionante.
Fue una incursión con buen tiempo a una bonita y piramidal montaña, pero aunque lo ascendiéramos no habría llenado nuestro maltrecho orgullo por la retirada a pocos metros de la cumbre en el Nevado Pumasillo.
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