FACTOR HUMANO
En casa y repasando las notas y fotos de la
escalada, todo parece bastante más sencillo, pero en la realidad no lo fue
tanto, fue mucho más difícil de lo que había previsto antes de iniciar esta nueva
apertura. En el último comentario que escribía en este blog, algunas sensaciones acerca del Picu Urriellu, decía que ya no esperaba abrir más vías
en la montaña, que ya no era posible ni probable volver a intentarlo, este fue el
comentario después de la ultima apertura en la pared Este en vía, “Argentino y
el Villareto”, abierta con Ramón Figueira, Octubre 2.011, pero una vez
finalizada la ruta y en lo más alto de la montaña, las ideas cambian, van y
vienen, allí recupero parte de la ilusión que había dejado en la cumbre del
Picu al finalizar la apertura de la vía, “El Último Eslabón”, julio 2.009, durante
aquella ascensión mi compañero también fue Ramón, ahora casi 4 años después de esa
fantástica escalada, que curiosamente debería ser la última, de ahí viene su
nombre, me planteo de nuevo esta apertura.
Hacía varios años que le había echado el ojo a esta enorme
cicatriz, pero eran ideas remotas y lejanas porque aunque tuviera ganas, ya no
me planteaba regresar, no al menos para intentar abrir nuevas vías. Pero tengo
una gran debilidad por esta montaña y además soy algo flojo de memoria, así que
de nuevo me encuentro en esta enorme pared, con esta última escalada, son 6
aperturas las que consigo en la vertiente Norte, curiosamente desde hace casi 20
años, nadie se acerca a conquistar ninguna de sus fisuras, la primera fue
Nosferatu, 1980, allí estaban esperando para el que quisiera aventurarse, pero
hace falta tiempo y muchas ganas. No es una pared tan atractiva como la Este o
la Oeste, paredes limpias y seguras, por eso creo que los alpinistas pasan por
la base casi sin mirarla, casi sin levantar la cabeza, no debe gustar mucho y pueden
ser varios los motivos para ello: es una vertiente muy sombría y fría incluso
en verano, muy ventosa y larga, tiene fama de estar rota y además si no conoces
bien la montaña las escapatorias son complicadas, pero para mí, tiene justo lo
que busco en una escalada: además de conocerla bien, por varios rescates que
tuve que realizar durante años en la pared, tiene tranquilidad, muchos metros,
es muy montañera, tiene sus dificultades pero sobretodo esta virgen. Esta ruta
queríamos hacerla en invernal y lo intentamos, pero las condiciones no fueron
las más adecuadas, finalmente decidimos al igual que la vía, “El Último
Eslabón”, terminarla en verano y creo que mereció la pena esperar al buen
tiempo.
También decía en comentario del block, que uno nunca se cree o
hace lo que la cabeza le dice, al menos no quieres compartir sus ideas y
obedeces más al corazón que está en equilibrio conmigo con mis ideas y mis
ilusiones. “Factor Humano” era un viejo proyecto, que estaba esperando que
le llegase su momento y creí que no llegaría, ya eran muchas rutas en la misma
montaña y parecía excesivo continuar abriendo, también la falta de un compañero
que pudiera acompañarme en la apertura, así que lo fui dejando por otras
supongo que mejores, o peores, nunca se sabe.
LA ESCALADA:
Ahora y después de haber escalado la mayoría de las fisuras de
la pared norte y conociendo la vertiente hasta el último rincón, me planteo de
nuevo la escalada en esta fantástica pared. Podría decir que esta última es la
mejor, la más cercana siempre lo es, pero lo cierto sí que es una ruta completa,
mantenida, larga y difícil. Factor Humano es una larguísima línea que supera la última
fisura virgen que quedaba por escalar en la zona superior de la montaña de la
vertiente norte, La escalada tiene cerca de 900 m., de recorrido total, y un
desnivel aproximado de 650 m., tal vez mas, esto hace de nuestra escalada la de
mayor desnivel de todo el Picu, hay que tener en cuenta que la
ascensión se inicia en la parte más baja de la canal de la Celada,
aproximadamente a unos 1.750 m. de altura. Con este recorrido, pasa a ser la 2ª
escalada más larga, solo detrás de “Diosa Turquesa”, 1.100 m.
La ruta tiene varias
partes que hay que destacar y diferenciar. Los primeros 150 m., transcurren por
una zona muy visible desde la base, directa y muy vertical, sobretodo los 4
primeros largos. El culín de Urriellu, es un desplome de entrada con una
apariencia horrible, pero superados los primeros metros la roca gana mucho en
calidad, aun así, hay que andar con cuidado, prestando atención en varios
puntos.
El gran canalón es un desagüe natural de la pared norte, allí
el tiempo fue excavando la roca creando una chimenea lisa con pocas
posibilidades de proteger. A pesar de su verticalidad, aquí se concentran
dificultades asequibles, pero no hay que fiarse de su aparente facilidad, es un
tramo técnico pero divertido de superar, escalada en chimenea técnica de
oposición, la salida también en diedro/canal, con algunos puntos dignos de
atención. La parte intermedia, otros 3 largos, es la más fácil y rápida, sin
ser mantenida tiene algunos tramos complicados pero estos son aislados, en
general siempre vamos por buena roca. Aunque hay tramos donde la roca esta
suelta. Es una zona donde podemos ganar tiempo, pero también perderlo si nos
equivocamos de recorrido. Le siguen otros 2 largos más técnicos por una fisura
en diagonal que va hacia la izad., llegamos al “Jardín colgante”, un lugar para
dejarse llevar por los sentidos, le sigue la cueva, bonito largo interior.
Superada
esta zona alcanzamos las terrazas de la vía Pidal, aquí también cruzamos la vía
Nosferatu, algo más arriba también atravesamos la vira de la Chulze, difícil no hacerlo, este tramo
también es muy rápido de superar y donde también podemos ganar tiempo al día y
metros a la montaña, es el lugar idóneo si queremos abandonar la ruta en caso
de complicaciones, lo mismo hacia la zona Este, como hacia el hombro Norte.
Finalmente la parte superior que como todas las rutas de esta vertiente es
donde se agrupan las mayores dificultades, es la traca final, en general la
ruta es muy evidente, fácil de orientarse, con fisuras continuadas en una
sucesión lógica de diedros, fisuras y canales, desde la misma base y que nos llevara a la cumbre del
Picu Urriellu en una escalada elegante y sobretodo muy aventurera.
La escalada fue efectuada los días 7/8 Agosto y 4/5 de septiembre de 2.012 y 18/19 de julio y 21/22 de Septiembre de 2.013, por Ramón Figueira, Rubén Suarez y Andrés Villar en unas 30 horas de escalada efectiva, tal y como queda, creemos que podría repetirse en 10 horas, con los tramos difíciles semi equipados y con algunas reuniones ya montadas que facilita la escalada. Tiene una dificultad de E.D.Inf, por varios motivos: 1º la longitud y el desnivel que tiene, 2º el grado de exposición, con algún tramo roto, sobretodo concentrados en la parte intermedia y que nos obliga a extremar las precauciones, 3º. La dificultad que encontramos repartida a lo largo de toda la ruta, sobretodo en la parte superior, pero también al inicio en el desplome de entada y en los largos, 1º, 2º, 4º,8º,9º, 11, 16, 17 y 18, por otro lado si no se conoce bien la vertiente norte, se podrían tener dificultades de escapatorias en caso de surgir algún problema.
RESUMEN DE LA ESCALADA:
De entrada la ruta comienza con
un potente desplome bastante complicado en dificultad y sobre todo por la
apariencia horrible que presenta la pared, V+, 6ª+, “OJO” en la entrada la calidad del terreno, esta será una de las
dificultades que hay que tener en cuenta y algo con lo que tendremos que lidiar
en algunos puntos de la ruta. La salida del desplome es sorprendente, parece
más difícil de lo que es en realidad V+, protegido
con un puente de roca natural, la reunión está instalada justo a la salida del
desplome y en la entrada del canalón, este es el desagüe natural de la pared,
un lugar protegido y sombrío pero un sitio muy cómodo, 1ª R. 20 m.
La segunda tirada transcurre
por el canalón en toda su longitud y sin apenas oposición ni dificultades
reseñables, V, IV durante 40 m. 2ª R. continuamos el ascenso por la canal muy marcada pero
más abierta, una placa de IV+, hasta el canalizo IV+ que nos lleva hasta la base de un pequeño desplome, V, su aspecto nos crea
algunas dudas, pero es más fácil de lo que parece, una vez superado, de nuevo
entramos en la canal IV+, hasta la 3ª R. 35 m. el cuarto largo
continua vertical por la canal, esta vez más estrecha, V, V+, hasta encontrar un resalte 6ª, Aº, protegido con un
buen puente de roca, la salida 6ª+, hasta alcanzar una pequeña repisa, 4.R. 20 m., ahora
delante de nosotros se abre la canal y la progresión
es más rápida, III+, IV+, IV, hay que prestar
atención debido a la calidad de la roca en algunos puntos, 5ª R. 25 m., dejamos a nuestra izda., un techo característico, atravesamos
en diagonal la vía Diosa Turquesa por un terreno fácil, III+, IV-, III+, R. 6ª, 50 m.
La ruta sigue en ligera diagonal por una zona de gradas, IV-, V, IV-, hasta alcanzar unos bloques, R. 7º 40
m.
El inicio del 8º largo es por un terreno
irregular, ir a la izda., dejando un marcado diedro justo delante nuestro muy
roto, muro de V+
hasta que alcanzamos la fisura diagonal, muy visible desde la base de la
montaña. Esta la recorremos en toda su longitud, en una escalada elegante, 6b, Aº, 6ª, V+, 6ª, que
superamos en babaresa, hasta alcanzar una cómoda terraza, R.8, 50 m., salida directa 6b por un murete hasta
llegar a la fisura V+, esta va ampliándose V,
IV+ hasta convertirse en chimenea, con este
largo alcanzamos la gran terraza al que llamamos “Jardín Colgante”, R.9º
20 m., el Jardín lo atravesamos en ensamble durante
unos 30 m.
Desde este lugar podemos
dirigirnos hacia el espolón de la izda., durante 3 largos, salida más fácil,
pero creo que hacer la cueva merece la pena el esfuerzo y algo de nuestro
tiempo, justo en la vertical de la salida, que se ve perfectamente, iniciamos
el ascenso, un spit nos permite superar el paso en Aº, hasta una pequeña repisa inclinada V+, V, una fisura que superamos en babaresa 6ª, durante varios metros, una vez en el interior de la cavidad,
escalamos en oposición, con buenos apoyos, 6ª, V, IV, hasta salir
al exterior, montamos la R.11, 40 m., muy cerca del espolón norte
Nos dirigimos por la terraza Pidal
hacia la izda., por la base de un desplome horizontal que nos obliga a ir en
esa dirección para continuar la ruta más directa, hasta montar la R.12, 60 m., por un terreno
descompuesto pero fácil II, en la vertical de las fisuras superiores, continuamos la
escalada por un terreno delicado, con la roca mediocre donde hay que extremar
las precauciones, se trata de un terreno muy fácil donde tan solo nos
encontramos un paso de IV- , a la salida llegamos a las terrazas de la travesía Chulze,
donde montamos la, R.13, 55 m. , continuamos en
ensamble durante otros 20 m hasta la base del
zócalo, montamos la R.14, 20 m.
Una vez en la base del sector
superior, vemos con detalle las fisuras que nos esperan más arriba, escalamos
directamente una pequeña canal situada entre 2 lajas, IV-, por una placa de canalizos hasta llegar a la R. 15, 30 m., salimos directamente
hacia la izda., hasta llegar al desplome “Galaico”, travesía 6ª+, ahora escalamos
directamente hasta el pitón, 6b+, vamos bordeando el desplome por debajo del
mismo en escalada artificial, hay buena fisura para intentarlo en libre, “ el
que pueda “, A2, A2+, poco a poco vamos saliendo hasta alcanzar el muro
vertical 6b+,
llegamos al muro “Paranoia”, sin fisura que nos obliga a colocar varios seguros
fijos, A1, y
llegada a la laja con fisura “media luna” V+, antes de alcanzar la reunión colgada, R.16, 35
m., este largo es el clave de la ruta, donde se
concentran las mayores dificultades.
Salimos directos en fisura A1+, A1, A2, pequeña repisa antes de afrontar la travesía a dcha., a la
sombra del desplome y que realizamos en babaresa invertida, a la que llamamos
fisura “Testa ruda”, por la dificultad que encontré en colocar un fisurero,
este sea tal vez el tramo junto con la cueva lo más bonito de la ruta, 6ª+, 6ª, 6ª+, R.17, 35 m., la siguiente tirada
es la más corta pero también tiene su miga, salida aparentemente ilógica en
fisura hacia unos bloques en la vertical, cuando lo fácil sería ir de frente ya
que tenemos una franca salida, pero que nos conduciría hacia la vía “Progresando
en la vertical”, afrontamos la “Panza de
burro”, V, 6ª+,
protegidos con varios puentes de roca, pequeña vira a la izda., V, para llegar a la
fisura/diedro, A1/6b+, y salida a reunión de V. R.18, 18 m.
Tenemos delante una
fisura/diedro V+, algo más arriba se va abriendo V, un pequeño resalte IV+, poco a
poco la canal se ensancha IV, III+, hasta la R.19,
40 m., un largo de transición fácil por la canal
hasta una pequeña aguja que superamos en chimenea, IV-, alcanzamos la pequeña
cumbre de este espolón III+, R.20. 40 m., tan solo nos queda superar la canal de salida hasta
alcanzar la cresta cimera, 80 m. de trepada
fácil, desde aquí a la cumbre solo nos quedan poco mas de 100 m. “Colorín Colorado”
Cada uno busca sus aventuras donde
puede, pero el factor humano es quien dicta las normas y el momento, la forma y
el lugar. Para mí el PICU, con mayúsculas fue y es la montaña perfecta, allí es
donde encuentro mis mejores escaladas, mis mejores sensaciones, también donde
aprendí a ser montañero. Durante mis años de rescatador también aprendes a
comprender el dolor de un accidentado cuando lo vas a ayudar, pero también a
sentir la satisfacción por haberlo hecho. Ahora sí que posiblemente sea la
última ruta que intente abrir en el Picu Urriellu, ya no quiero plantearme
nuevas aperturas aunque posiblemente podría hacerlo, pero de momento y como
dice la chica del tiempo, “lo dejamos aquí”.
ANDRES VILLAR, “Villareto”
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