Esta es la pequeña historia de dos escaladas que intentamos la temporada pasada pero que no pudimos finalizar ninguna de las dos, la primera podría haber sido un buen e inesperado regalo, la otra una gran ilusión, que de haberla finalizado en su momento habría sido la guinda al pastel, pero las dos se quedan a medias por no calcular bien nuestra preparación tanto en técnica como en material necesario para unas aperturas de este calibre, lo bueno es que quedaron vistas y dispuestas para la próxima temporada 2.013, ahora completa una de ellas, viendo el resultado final, supongo que mereció la pena esperar, aun así cuesta finalizar el proyecto, la temporada fue mala climatológicamente hablando, los días que pudimos ir a monte llovía o hacia frio, los días que no, todo lo contrario sol y tiempo estable, son cosas que ocurren y con ello hay que convivir. Fueron 4 visitas al monte para rematar esta ruta, pero en 2 de ellas apenas pudimos hacer nada.
Mayo 2.012
Con el buen tiempo también suele venir acompañado de algunas buenas ideas, se te iluminan los ojos, afloran los buenos deseos, hay planes que piensas que pueden hacerse y te lanzas a ellos sin saber cómo, un poco a ciegas pero te lanzas, quieres hacer grandes cosas y esperas poder hacerlas, pero lo que realmente deseas es que te gustaría que pudieran hacerse realidad, solo en raras ocasiones los planes superan las expectativas iníciales y quedas más que satisfecho, con cara de tonto, pero satisfecho viendo un resultado final que en absoluto esperabas, es un pequeño lio mental pero tiene sentido, al menos lo tiene para mí y espero que para todos después de leer el siguiente comentario.
El relato viene a consecuencia de la última escalada en picos, viajamos a Picos con las ideas más o menos claras, casi siempre lo hago, algunas veces los planes salen bien, otras no, pero como dije antes, a veces las cosas te superan de tal manera que es difícil imaginar el resultado final antes de programar cada salida. Pero esta ocasión era diferente, tenía que ser diferente. Salimos de casa a las 06’00 h. de la mañana, después de viajar 500 km., después de la marcha de aproximación, llegamos a la base de la pared con la carga necesaria para los 3 días que esperábamos disfrutar, después de comer y descansar algo, de hacer la aproximación a la vertiente que queríamos probar, todo esto parecía una carrera contra reloj, pero no fue así, lo cierto es que ascendimos con calma, esta excursión era para disfrutar de la escalada, la idea inicial era, hacer alguna clásica cercana al punto de vivac, también esperaba hacer una ascensión aparentemente fácil y rápida a otra montaña vecina, de la que no sabía si había escaladas anteriores, así que también era posible que regresáramos a casa con una nueva apertura, a simple vista, el plan parecía interesante.
Hasta aquí la idea era buena, parecía buena y no había porque pensar en cambiar nada del planteamiento inicial, la temporada apenas se iniciaba para nosotros, este sería uno de los pocos que haríamos a Picos, así que intentaríamos aprovechar los días para escalar lo máximo posible, 3 días en el monte ascendiendo varios montañas sería más que suficiente para los dos y además era algo que apetecía después de una temporada pasada un tanto aciaga sin aperturas o escaladas interesantes. Llegamos temprano, aun quedaban muchas horas de sol por delante, que podíamos hacer además de estar parte de la tarde tumbados y aburridos. Le propongo a mi compañero una pequeña escalada, más que nada para soltar un poco los músculos y preparar mejor la del día siguiente, también era una buena manera de entrenar un poco dejando pasar las horas hasta meternos en el saco. En la base de la pared hay un desplome que le tenía ganas, lo intente hace años pero me pareció roto y pronto abandonamos la idea, así que sin mucha confianza nos acercamos sin prisa, tiene una aproximación corta y cómoda, quería grabar algo de video, echar alguna foto pero sobretodo disfrutar unas horas de escalada extras.
Pues aquí estamos peleando con el dichoso desplome como insignificantes ladillas en un mundo de roca, al menos eso parecemos, por eso a esta cueva la llamaremos, “El Culo de ¿”, aunque parezca otra cosa, jugando, jugando, las cosas van muy deprisa, tanto que después de superar el desplome, por cierto más fácil de lo previsto y algo menos roto que mis recuerdos, después de montar la 1ª R., de mirar hacia arriba y comprobar que la continuación seguía siendo factible, me enciendo como un cerillo y salgo disparado como un muelle, Ramón no entiende lo que está pasando, hasta que le digo que vamos a continuar escalando un par de largos mas, al menos hasta el siguiente desplome que estaba algunos metros más arriba y que posiblemente frenaría el furor inicial, su reacción fue tan sincera como espontanea, se encoje de hombros para decir, bueno adelante, como decimos en Galicia, “malo será”, nada que perder, tan solo unas horas. Lo siento pero los planes de esta excursión tendrán que variar.
Alcanzo la base del desplome por una zona fácil, después de superar el canalón, con algún paso de V, monto la 2ª R., y vuelvo a mirar hacia arriba, los siguientes metros también parecían asequibles así que decidimos continuar, era pronto para descender y con las reuniones semi montadas podríamos hacerlo más rápido, entonces porque no seguir escalando algunos metros más. El murete no fue tan complicado como parecía desde abajo, algún paso de V, que supero bien, llegamos al cruce con otra ruta, la verdad es que no esperaba subir tantos metros, hasta aquí ya son unos 125 m., y lo mejor es que la continuación parecía asequible, continuamos hasta donde la pared dijera basta. Otros 2 largos fáciles con algún paso aislado se suceden de forma rápida hasta alcanzar una fisura diagonal, esta zona nos frena el ritmo pero consigo superarlo, el tramo de 2 largos fue una escalada fina, elegante, aérea, muy atlética pero sobre todo bonita, en una zona de fisuras verticales ligeramente en diagonal hacia la izda., y con muy buena roca, una vez superado llegamos a una gran oquedad, que más parece un campo de futbol inclinado, verde y en esta época floreado.
julio 2.012
Trepo por el espolón de la izquierda buscando la parte más débil y vulnerable de la pared, dejamos un gran desplome a la derecha, por un terreno asequible, alcanzo la grada superior y compruebo que el desplome que había desistido por su aparente dificultad, tiene salida por una cueva hasta la grada en que me encuentro. Cruzamos una ruta que viene por la izda., y quedo pensando en la cueva, habría sido bonito superar el tramo interior, pero ahora no hay tiempo de probarla, espero que la futura ruta transcurra por allí, un vistazo hacia arriba para ver lo que queda de pared, ahora sí que sudan las manos observando el panorama que hay hasta cumbre, aunque conozco bien la zona, un pequeño escalofrió vuelve a recorrer mi cuerpo, esta vez de impotencia porque lo que veo, no me deja tranquilo, aunque hay fisuras, será un tramo difícil de superar, posiblemente el esfuerzo que nos trajo hasta aquí no haya valido de mucho, ya que era probable que no pudiéramos superar el sector superior tan desplomado, pero ya pensaríamos en eso la próxima visita.
La jornada termina y con ella muchos metros de escalada, dejo de mirar la pared y lo hago al reloj, hay que pensar en el descenso que aun podría complicarse, la continuidad de la escalada tendrá que esperar otro momento, ya no hay tiempo para más y aun había que afrontar el descenso, pero tenía claro que esta ruta tenía que acabarla, o al menos intentarlo, no sabía cuando, pero no podía dejarla así, de conseguir llegar a cumbre, sería una buena e interesante ruta de escalada.
Así fue cómo empezó la historia de esta nueva ruta, ahora un año después nos disponemos a rematarla y comprobar si de verdad mereció la pena esperar. Los planes van y vienen, se van agolpando en la cabecita, fluyen los sentidos, los sentimientos y las pasiones que te acompañan durante una apertura estallan, los nervios te envuelven hasta hacerte perder la capacidad de pensar con sensatez, de nuevo sensaciones vividas en otras ocasiones y en la misma montaña.
Mayo 2.013
De nuevo regreso en mayo, fue un error muy grande debido a la nieve acumulada que no deja si quiera acercarnos a la pared, fue un paseo bonito pero inútil, de nuevo en julio lo intentamos, esta vez con mi amigo Rubén, estos días de monte, solo da para escalar parte de una clásica, abrir una nueva ruta en un monte cercano y avanzar la parte del desplome que habíamos dejado un año antes, por cierto muy bonito el largo, al menos fue algo diferente.
Julio 2.013
Pero no pudimos rematar la faena, así que nos emplazamos para el mes de septiembre, esta vez esperaba por fin concluir la ruta en la cima.
Septiembre 2.013
La suerte siempre está al alcance del que la busca, al menos del que insiste, pero esta vez con alguna pequeña ayuda divina, mejor dicho con unos cuantos clavos que tengo que colocar para superar el techo, lo dejaremos en A2+, ya fuera y en la vertical el animal ya no parece tan fiero la fisura cada vez está cercana, una protección más fiable nos da alas y todo sin el redbull de marras, largo complejo y trabajado pero muy satisfactorio, monto una reunión colgada y espectacular, menos mal que trajimos Spit de sobra, Rubén flipa con lo que estamos haciendo, yo también, pero él no se queja aun después de esperar más de 3 horas que me costó completar el desplome, el muy cabrón y yo sufriendo, superada la fisura principal la pared se pone tiesa, ya dejamos el desplome atrás, ahora el avance es algo más rápido.
Así fue como empezó y como finalizo, “FACTOR HUMANO”, hay cosas que no esperas hacer y al final salen buenas historias para contar, la suerte siempre está al alcance del que la busca, pero lo cierto es que esta la encontré en mi camino, ahora después de esperar tantos meses con un duro invierno y casi peor primavera en el que apenas dejó hacer nada, regresamos a la montaña dispuestos a rematar la faena, pero esta vez mejor preparados y dispuestos para llegar a cumbre. La otra ruta que dejamos a medias bien puede esperar otra temporada más.
La historia podría haber acabado con esta nueva apertura, pero también conseguimos otra nueva e inesperada en el intento del mes de julio, también muy cerca de la anterior, pero mucho más corta en longitud. Comentaba al inicio de este relato, que en ocasiones los planes te sorprenden y superan las expectativas iníciales, aunque solo en raras ocasiones, pero quedas más que satisfecho viendo el buen resultado final.
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