sábado, 25 de junio de 2016

UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA


Aun nos queda otro cartucho en la recamara
        Ya estamos de vuelta en casa pero no fue todo como esperábamos y regresamos con una sensación agridulce o derrota por el resultado final, como dice el dicho, ni bien ni mal, sino todo lo contrario, quedaron cosas por hacer y la impresión que traemos no es del todo buena. A pesar de estar casi a finales de junio, con el verano que nos pilla de lleno escalando la vía Treparriscos, a pesar de que la nieve ya no existía en la vega de Urriellu y muy poca cantidad en el ascenso de la canal de La Celada, con un tiempo magnifico, muchísima calor, poca gente en el refugio, tranquilidad, que más se puede pedir, la historia podría haber salido perfecta, pero nos esperaban algunas sorpresas.

        En el anfiteatro sur aun quedaban algunos resquicios del duro invierno pasado, un nevero mierdero no muy grande pero que estaba justo en la vertical de las vías Teogenes y parte de la ruta Amanecer Incierto, que a la postre nos impide intentar la 2ª ruta que queríamos hacer esta jornada, el caso es que el reto “30 años rompiendo uñas” sigue sin estar al día.

                                   Como no salir de la Cepeda sin morir en el intento
     Lunes 20
        Iniciamos la actividad en la pared Este a las 16’00 h., con la vía “La Luna”, en principio parecía la perita en dulce de la actividad ya que en teoría era la más fácil de las 3 escaladas que esperábamos hacer, pero costo superar el tramo clave del 4º largo, un muro de 6ª con buriles de hace 30 años, no parecía una gran idea tirar de frente, pero al final conseguimos superarlo.

                                Tramo clave en el 4º largo
Martes 21

        Esta jornada madrugamos para estar temprano en la base de la Este, la vía Treparriscos es una ruta complicada y ya de entrada te pone firmes, 6ª, 6ª, seguidos, en sus 2 primeros largos, es casi como volver a reabrir la ruta por lo poco equipada que esta, pienso que es una ruta poco repetida y prueba de ello es que no vimos nada nuevo en la pared, cordinos viejos y algún clavo que dejamos durante su apertura fue todo lo que encontramos, pero a pesar de eso conseguimos alcanzar la fisura desplomada del 6º largo, pero después de pelear un buen rato con ella, me di cuenta de que no podíamos pasar por allí y tuvimos que retirarnos.

        Aprovechando la altura que tenemos rapelamos hacia la izda., conseguimos llegar a las gradas superiores de la vía Cepeda y continuamos por ella los últimos largos saliendo por la brecha que une las dos vertientes hasta el anfiteatro sur, después rapelamos por la vía Teogenes casi haciendo Barranquismo, lo cierto es que no vimos el problema hasta que estamos metidos y ya no pudimos remontar por lo que nos mojamos un poquito, pero las cuerdas quedaron empapadas.

         La ruta “Amanecer Incierto”, ni siquiera la intentamos, estaba mojada en la parte del desplome, justo la zona más difícil de la ruta y el 4º largo se veía también empapado, pero hay tiempo de volver a intentarlo queda todo el verano por delante, así que la próxima vez aprovechare el viaje y llevare material suficiente para dejarla bien equipada.

        Así se escribe la historia, con éxitos y fracasos, pero volveré con más fuerza y más ganas, hay veces que las ideas no salen como esperas pero hay que volver a intentarlo y si no sale volver a intentarlo, esa es mi filosofía. Pero no hay mal que por bien no venga, así dice el dicho y traigo nuevas ideas que espero tener tiempo de llevar a cabo. Un saludo y buenas escaladas.

         Iniciando el 4º largo de "Treparriscos", las fisuras de salida aun quedaban muy lejos

               El rapell por la ruta Teogenes, fue una sorpresa muy desagradable