viernes, 11 de enero de 2019

Con los pies en el cielo

                      
CON LA CABEZA EN OTRO SITIO

 “DILE AL SOL”  Historia de una sublime escalada invernal
        Después de la tentativa de ir el pasado invierno a esta misma ruta, quería retomar y esperaba inaugurar la nueva temporada abriendo el casillero de aperturas con una nueva escalada al Picu Urriellu, la idea viene desde el verano cuando estábamos colgados por la vía “Amanecer Incierto”. Aquel día además de la escalada también me dedique a observar las posibilidades de abrir una ruta en esa parte de la pared, en aquel momento ya vi espacio suficiente y pensé que había que intentarlo este mismo invierno, la primera intentona no pudo ser así que tenemos otra oportunidad una año más tarde.

     “DILE AL SOL”
        No es que sea una ruta tan sublime como dice el título de este relato y no lo es porque no deja de ser una ruta normalita, me refiero a la dificultad que encontramos, pero qué coño fue sublime para nosotros por varios los motivos de los que tenemos que sentirnos satisfechos, Lo primero porque posiblemente y aunque este detalle carezca de importancia es la primera ascensión al Picu en esta recién iniciada temporada 2.019, porque es la montaña más importante de España y por el hecho de ser una nueva apertura, además es la primera ruta que se abre en invierno en esta vertiente Sur completando así todas las paredes del Picu con al menos una ruta abierta en invernal, personalmente para mí también es importante porque pasaron 30 años y 6 días desde que Salvi y yo abrimos la primera ruta invernal al Picu Urriellu, fue el 28 de diciembre de 1.988, “de la que vas Plass”, después vino La diosa Turquesa en febrero 1.990, esta es mi 3ª apertura invernal en la montaña.

         Por cierto esto me recuerda que la próxima temporada la tengo que repetir por el reto “30 años rompiendo uñas”, se me acumula el chollo pero es algo que me gusta y me motiva, de momento tenemos esta nueva ruta que en general se trata de una escalada con una dificultad moderada creo que muy accesible, espero repetirla con el calor del verano seguro que la dificultad será algo menor dado el frio que pasamos en la apertura, en una escalada estival sin el peso extra y el frio será una placida escalada para cualquiera, con esta visión creo que podría llegar a ser una ruta habitual y normal en la vertiente sur, el tiempo lo dirá.

        El nombre con que la bautizamos, “Dile al Sol”, tiene un significado especial para mí ya que con este nombre abrimos la primera ruta de escalada Rubén Suarez y yo poco tiempo después de conocernos, , fue en otra montaña bien distinta y lejos de aquí, en el Olimpo Celta, macizo de O Pindo, “Galicia”, faro y vigía en a Costa da Morte allá por el año 2.001, también fue la primera ruta abierta en aquella pequeña montaña al menos por la vertiente oeste,  puede que sea una montaña pequeña en altura porque solo tiene 504 m., de altitud pero en aquel momento fue la más larga de todo el macizo 200 metros y que curiosamente casi coinciden en la misma longitud con esta nueva ruta que conseguimos abrir ahora en el Picu Urriellu, aquella apertura también fue mi primera actividad importante en Galicia y guardo un bonito recuerdo de ella, desde aquel lejano día en que abrimos nuestra primera ruta Rubén y yo no paramos de escalar, sobre todo de abrir nuevas líneas somos como una pareja de hecho con sus altos y bajos pero siempre haciendo buenas actividades, “Dile al Sol”, es un nombre guapo para una ruta en el Naranjo y un bonito recuerdo de aquella primera apertura, fue una lástima que Rubén no pudiera acompañarnos en esta ocasión, espero que la próxima salida pueda estar con nosotros, pero de momento esta ruta te la dedico amigo.       

        POR DONDE SEGUIR: Durante las escaladas de Amanecer Incierto en verano de 2.017 en 2 ocasiones no todo fue tan placido como se podía esperar de una actividad tan guapa, no me refiero a la escalada porque y aunque sea una bonita ascensión el 2º largo no es tan placido ya que hay que pelearlo mucho para superarlo, el resto de la escalada sí que es disfrutona, la ruta tiene una roca excepcional y es fácil de proteger, después de los seguros nuevos que se instalaron aquel verano queda una ruta muy segura, posiblemente ya es una más a tener en cuenta a partir de entonces.

        Pero digo que aquellas escaladas de Amanecer Incierto no fueron tan placidas porque mi cabeza estaba en sitios diferentes al menos en 3, casi en ebullición a punto de explotar como el volcán que llevo dentro pero siempre en el mismo cráter de esta montaña, hay un dicho popular en Galicia que dice, “A cachola non para” porque aquellos días de verano hubo otras tentaciones mayores que la de equipar esta ruta que estábamos escalando y que era el tema principal en esos momentos, la vía “Amanecer Incierto”, pero durante la ascensión mis ojos no solo se detenían en las fisuras y canalizos de la escalada que teníamos por delante que ya era bastante, sino que constantemente perdía la concentración la cabeza y el tiempo observando los canalizos que tenía unos cuantos metros a mi derecha, pero también mi cabeza se iba al otro lado de la montaña, la pared oeste a la vía Galiciando que aún estaba en pañales se puede decir que  comenzaba a dar sus primeros pasos.

        Desde la posición tan privilegiada que tengo y mientras aseguro a mis compañeros puedo dibujar mentalmente una imaginaria línea de escalada, en aquel momento ya supuse que sería factible hacerla sin interferir para nada en las vías Amanecer Incierto y a más distancia la vía del Paso Horizontal y Teogenes, entonces pensé que había espacio suficiente para marcar una nueva ruta, el problema vendría una vez en la pared, por donde ir, digo esto porque había varios canalizos negros tan marcados que posiblemente llegado el momento tendría que decidirme por uno de ellos , estaba seguro que el elegido no sería el mejor porque todos eran magníficos, aquel día me desvié un poco de la ruta y probé el más directo y cercano a la vía Amanecer aquel canalizo fue lo que me hizo tomar la decisión de venir a probar.

        La idea de regresar por segunda vez a la misma ruta “Amanecer Incierto”, solo fue una excusa para volver a verla con más detalle y visto lo visto la idea de intentar una nueva ruta por esa parte de la pared y por esos majestuosos canalizos ya no parecía una idea tan descabellada, esta 2ª visita me convenció del todo y tomo la decisión de probarla ese mismo invierno a punto de comenzar, aquellos días no fueron el momento oportuno porque había otros proyectos más ambiciosos, de momento había que dejar aparcados esos pensamientos, aparcados pero con el motor al ralentí y siempre en marcha sin olvidarnos de esta posibilidad del todo, de salir bien los planes previstos en estas visitas al Picu habría que regresar y probar, esta imaginaria ruta podría ser una realidad y que podríamos aprovechar más adelante, si antes no se adelantaba nadie.  

        Algunos me llaman pesado por tantas aperturas en esta montaña y no les falta razón, pero estaba seguro que con los nuevos rapeles de Amanecer Incierto tarde o temprano alguien inquieto como yo se fijaría en esa zona y finalmente acabarían por abrirla. Algo parecido sucede con Espejismos de Verano en la Este, después de descender por esa pared tantas veces, acabas por comentar las cualidades de la roca y piensas en que en algún momento podría surcar una nueva ruta por esa línea de bajada.

        Espejismos podría haber sido mi primera ruta en la montaña, sin embargo aún no había llegado el momento, pero recordando aquellos maravillosos y jóvenes años no quisiera se repitiera la historia con esta nueva oportunidad que tenía de abrir una nueva ruta, por ese motivo quise hacerla a principios del pasado invierno pero no pudo ser, después el verano siguiente ya queda hipotecado por la vía Galiciando hasta hoy que por fin pudimos conseguirla.

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